El ladrillazo de Bancaja a Bankia

Para ponernos en situación. Bankia SA: resultado de la fusión, a través de un SIP (Sistema Institucional de Protección; conocido también como fusión "fría" o fusión "virtual"), de siete cajas de ahorros/obras sociales. Las más importantes de las cuales son Caja Madrid y Bancaja. Participada mayoritariamente por el Banco Financiero y de Ahorros (BFA) SA -el banco "malo"-.
Hasta el momento Bankia ha recibido 4.465 millones de euros de dinero público, procedente del FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria). Con ese dinero, entre otras cosas, se ha privatizado y bancarizado a las cajas de ahorros/obras sociales.
Con ese dinero también se está despidiendo (con la bendición de un ERE) a cerca de 4.000 trabajadores (con amenaza de otros 1.000 el próximo año). Y, también con (parte de) ese dinero, la cúpula directiva formada por Rodrigo Rato (presidente), José Luis Olivas (vicepresidente) y Vicente Verdú (consejero delegado), se ha marcado una retribución anual de 10 millones de euros.

La prensa destapa que Bancaja (presidida por José Luis Olivas) ha aplicado ingeniería financiera para sacar "ladrillo" de su balance. La broma, reconocida por Bancaja ante las actuaciones de la Inspección del Banco de España, asciende a 3.351 millones de euros. El crédito hipotecario de Bancaja alcanza los 46.360 millones de euros (más del 70% del crédito concedido), con una morosidad que puede alcanzar el 33%. El Banco de España también quiere que Bancaja ajuste muy a la baja los 5.687 millones de euros en los que valora los activos financieros inmobiliarios para vender.
Y, todo hay que decirlo, no es que Caja Madrid se quede coja en su exposición al riesgo inmobiliario.

Si traducimos todo lo anterior, se puede llegar a la conclusión de que Bancaja "mintió" para unirse al SIP. Nos viene a la memoria la otra caja levantina, la CAM, que recordamos fue repudiada por las otras cajas integrantes del SIP de Banco Base SA, cuando descubrieron sus engaños contables.
También podemos preguntarnos cómo Olivas y su cúpula han engañado a Rato y su equipo de Caja Madrid; al Banco de España (hasta ahora); a la supervisión de las comunidades autónomas; a los órganos de gobierno; a los auditores. Menudo ladrillazo el de Bancaja a Bankia, en toda la frente.

Para remate, la caja valenciana contrató a una segunda auditora, y gastó 200.000 euros extras en unos informes, para tratar de justificar su matrimonio con la CAM alicantina, al que se oponía papá supervisor bancario. No consiguió el apoyo de ninguna de las dos auditoras.

No sabemos qué hay de verdad y qué de mentira en los balances y cuentas de las entidades financieras. La ingeniería financiera utilizada en la creación y desarrollo de los SIPs de los bancos de cajas, es directamente proporcional a la ingeniería contable para maquillar sus cuentas.
Tampoco sabemos cuál es la fotografía financiera real de Bankia. ¿Pagarán los trabajadores, una vez más, los platos rotos de la estulticia y nefasta gestión de sus directivos?

Ya está bien del latrocinio ejercido impunemente por los gestores de las entidades financieras y, particularmente, de las cajas de ahorros.
Exijamos la conversión de las Cajas de Ahorros/Obras Sociales en una Banca Pública/Social. Al fin y al cabo, les hemos aportado miles de millones de euros de dinero público. Es de justicia.

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