A Miguel Ángel Fernández Ordóñez, alias MAFO, para lo que le queda en el convento –meses– se caga dentro.
Ya lo dijo hace dos años: "¡Lo único que yo tengo que hacer con las cajas es coger un bate de beisbol y liarme a palos hasta que acabe con todas!".
Y ha cumplido su palabra. En un tiempo récord ha privatizado/bancarizado a las cajas de ahorros/obras sociales, con miles de millones de euros de dinero público. Y lo ha hecho no con la violencia física, sino a golpe de reformas legislativas, con la colaboración necesaria gubernamental y la connivencia política, y el regocijo de la gran banca.
Todavía quedamos voces demandando que las cajas de ahorros/obras sociales, rescatadas y reflotadas con dinero público, se conviertan en una auténtica Banca Pública Social, y no se reconviertan en bancos privados.
Comentaba MAFO recientemente que "después de la borrachera que se produjo entre los años 1994 y 2006, (y) que hizo que el sector creciera por encima de lo que el país se podía permitir".
Pues bien, tras la resaca de 2007-2010 volvemos a la barra libre: con 7.551 millones de euros de dinero público inyectado (de momento). A los que hay que sumar otros 5.838 mm € "privados", hasta alcanzar la escalofriante cifra de 13.389 millones de euros de coste.
Barra libre, ¿para levantar la economía y ayudar a la sociedad? De momento parece que no. Para despedir mediante EREs a miles de trabajadores, y consumar la ingeniería financiera de los bancos de cajas. En los despidos las indemnizaciones son tanto más doradas cuanto más subimos en el escalafón (hasta llegar a proporciones de que el coste del despido de un directivo iguale al de setenta trabajadores).
También sirve para las retribuciones de los ejecutivos, directivos y consejeros de los flamantes bancos de cajas. Una de las excusas utilizadas para privatizar las cajas de ahorro, la de la profesionalización y despolitización, se cae. Estamos viendo la entrada de (ex)políticos, con remuneraciones millonarias. Para muestra el botón del grupo Banco Financiero y de Ahorros (BFA)/Bankia, SA; con sus Rato, Olivas, Chozas, Fernández Norniella, Rodríguez-Ponga, etc.
En su continua locuacidad MAFO contribuye a vaciar más las arcas públicas cuando declara que "La CAM es lo peor de lo peor". Pasmoso. ¿Acaso no es la institución que gobierna, el Banco de España, la responsable de vigilar a las entidades financieras?
La realidad demuestra que no ha vigilado mucho, o bien lo ha hecho con sus objetivos megalómanos e interesados. También sabemos que el Sr. Ordóñez no ha hecho mucho caso de las voces de alarma transmitidas por la Inspección del Banco de España.
Si sus intervenciones públicas se lo permiten debería comentarle a Rajoy que, cuando se refiera a las instituciones financieras, deje de mencionar a las cajas de ahorros, ¿de qué cajas de ahorros habla?
Barra libre, pagamos los ciudadanos.
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